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miércoles, 7 de septiembre de 2016

LA DOBLE DIMENSIÓN: SACERDOTE DISCÍPULO





  El hermano Arquimedis Scalante hace una breve descripción sobre la dimensión
sacerdote-discípulo en la SSP.

La Sociedad de San Pablo no es una congregación religiosa donde únicamente se forma para ser sacerdote. Su fundador, el Beato Santiago Alberione, consideró que primero se debía ser paulino antes de optar por un sacerdocio, además por el carisma que tiene esta congregación, se hacía necesario que el sacerdote Paulino, recibiera la colaboración en las actividades apostólicas y de pastoral. 

La idea de Don Alberione, se plasmó en los Discípulos del Divino Maestro, que son miembros de la Sociedad de San Pablo, los cuales después de un gran discernimiento optaron por este tipo de vida religiosa y que van a la par en la tarea de la evangelización en los medios de comunicación con los Sacerdotes Paulinos (AD 40). 

El Discípulo (o Hermano), esta destinado a desenvolverse en las labores técnicas del apostolado paulino, y también en la tarea de difusión de los contenidos producidos.

Por lo tanto, en la Familia Paulina, no importa ser sacerdote o ser hermano, estos dos roles se complementan el uno con el otro, el apostolado paulino necesita de ambos, por lo que su preparación académica y espiritual es la misma y sus asignaciones en esta labor apostólica van de la mano.

lunes, 29 de agosto de 2016

LA VOCACIÓN: UN VERDADERO ENCUENTRO CON JESÚS

… “Solamente busca al que lo ha escuchado”… La vocación es una llamada a la que respondemos, no es algo inventado, sino un tesoro que encuentras cuando menos lo imaginas. Una vez escuchado, hay un verdadero camino para recorrer, sin olvidar que ese camino no es fácil pero tampoco difícil y ya  siguiendo emprendes una búsqueda que te llevará a dejarlo todo, en medio de la contradicción, tienes que tomar la decisión, tienes que elegir.

Como vemos en el Evangelio de Mateo 16, 24 “Entonces dijo Jesús a sus discípulos: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame”. Es amar tus sacrificios, es preguntarse ¿Señor que quieres que haga? (Cf. Hechos 22,10). Este camino debe ir de la mano de la oración, es renunciar a todo pero es ganarlo todo. “Ven y sígueme; y cuando lo hagas, no tengas miedo” esta frase marca caminos ya que nos muestra que al seguir a Jesús no hay que seguirlo con miedo, sino seguro porque junto a Él no nos faltará nada y más bien tendremos muchas cosas buenas, ya que Jesús quiere lo mejor para nosotros.

miércoles, 23 de marzo de 2016

Jueves Santo


Oh Jesús que has instituido el sacerdocio para continuar en la tierra la obra divina de salvar a las almas protege a tus sacerdotes en el refugio de tu sagrado corazón. Guarda sin mancha sus manos consagradas, que a diario tocan tu sagrado cuerpo, y conserva puros sus labios teñidos con tu preciosa sangre.

Haz que se preserven puros sus corazones, marcados con el sello sublime del sacerdocio, y no permitas que el espíritu del mundo los contamine. Aumenta el número de tus apóstoles, y que tu Santo Amor los proteja de todo peligro. Bendice Sus trabajos y fatigas,  y que como fruto de Su apostolado obtenga la salvación de muchas almas que sean su consuelo aquí en la tierra y su corona eterna en el Cielo. Amén.


Santa Teresita del Niño Jesús


viernes, 18 de marzo de 2016

El sacerdocio amor de Dios


“El Sacerdocio es el amor del corazón de Jesús”, repetía con frecuencia el Santo Cura de Ars. Esta conmovedora expresión nos da pie para reconocer con devoción y admiración el inmenso don que suponen los sacerdotes, no sólo para la Iglesia, sino también para la humanidad misma. Tengo presente a todos los presbíteros que con humildad repiten cada día las palabras y los gestos de Cristo a los fieles cristianos y al mundo entero, identificándose con sus pensamientos, deseos y sentimientos, así como con su estilo de vida.

¿Cómo no destacar sus esfuerzos apostólicos, su servicio infatigable y oculto, su caridad que no excluye a nadie? Y ¿qué decir de la fidelidad entusiasta de tantos sacerdotes que, a pesar de las dificultades e incomprensiones, perseveran en su vocación de “amigos de Cristo”, llamados personalmente, elegidos y enviados por Él?

Papa Benedicto XVI




lunes, 8 de febrero de 2016

Joven: Jesús te llama a una aventura



Por: Carlos Soto, novicio paulino, Venezuela

Desde que somos pequeños, nuestros padres nos han enseñado a estudiar y aprender muchas cosas, y sobre todo a seguir adelante en nuestra vida. Cada uno de nosotros tenemos sueños y metas, las cuales queremos lograr. Unos piensan llegar a ser médicos, otros abogados, pilotos, cantantes y algunos sienten personalmente la llamada de Jesús a seguirlo y entregarlo todo por los demás.

Dentro de este caminar junto a Jesús logran llegar a sacerdotes, obispos y hasta Papa, todo depende de nuestra voluntad y de la gracia de Dios. Y todo gracias a Jesús por el llamado que nos hace y también de nuestra respuesta de un “Si”. La aventura que Jesús tiene para nosotros es ir junto a Él, y formarnos sus nuevos discípulos, para anunciar su Palabra a todas las naciones, darlo a conocer a muchas personas que están sin sentido en la vida.

¡Joven!, Jesús no llama a su servicio porque se lo merece, porque tiene virtudes, porque es rico o porque es más santo que los demás, sino nos llama por pura gracia y misericordia, gracias a estas es que podemos llegar a ser sus colaboradores. Esto lo podríamos llamar “actos misericordiosos” y pues encajamos bien ya que este año el Papa Francisco quiso consagrarlo a la Misericordia y a través de esto nos podemos preguntar cada uno de nosotros ¿Qué es Misericordia? Y así poder contestar fácilmente con las mismas palabras del Papa Francisco: “Misericordia es la ley fundamental que habita en el corazón de cada persona cuando mira con ojos sinceros al hermano que encuentra en el camino de la vida” (Misericordia Vultus, 2).

La verdadera misericordia acontece a través del encuentro profundo con nuestro semejante, especialmente con aquel que sufre, con aquel que necesita ser acogido y amado. Sin embargo, solamente aquel que tiene una experiencia personal con el amor de Jesús es capaz de actuar con misericordia y compasión ante la necesidad del otro. De verdad joven, realizar todo esto junto a Jesús es una verdadera e inolvidable aventura. Una aventura que trae sentido y alegría a nuestra vida.


También nos podemos preguntar ¿Qué es una aventura? Y contestar sencillamente, es tener una nueva experiencia de amor en nuestra vida, un amor que no pasa porque es eterno. Es conocer cosas nuevas, compartir con personas que jamás habías compartido y visto, es tener un viaje a un lugar que tú nunca habías estado, una verdadera aventura con Jesús es un nuevo viaje, del cual no te arrepentirás de haberlo vivido, te lo aseguro. Esta es la promesa de Jesús: “Y todo el que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o hijos o tierras por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna” (Mt 19, 29).