Apocalipsis 3, 17-20
Tú piensas: «Soy rico, tengo de todo, nada me falta». Y no te das cuenta de que eres un infeliz, digno de compasión, pobre, ciego y desnudo. Te aconsejo que me compres oro refinado para que te hagas rico, ropas blancas para que te cubras y no tengas que avergonzarte de tu desnudez; por último pídeme un colirio que te pondrás en los ojos para ver.
Yo reprendo
y corrijo a los que amo. Vamos, anímate y conviértete. Mira
que estoy a la puerta y llamo: si uno escucha mi voz y me abre, entraré en su casa
y comeré con él y él conmigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario