viernes, 19 de septiembre de 2014

Jesús llama a tu puerta... ¿Le abrirás?



Apocalipsis 3, 17-20

Tú piensas: «Soy rico, tengo de todo, nada me falta». Y no te das cuenta de que eres un infeliz, digno de compasión, pobre, ciego y desnudo. Te aconsejo que me compres oro refinado para que te hagas rico, ropas blancas para que te cubras y no tengas que avergonzarte de tu desnudez; por último pídeme un colirio que te pondrás en los ojos para ver.

Yo reprendo y corrijo a los que amo. Vamos, anímate y conviértete. Mira que estoy a la puerta y llamo: si uno escucha mi voz y me abre, entraré en su casa y comeré con él y él conmigo.



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