…Miércoles de Ceniza, comenzamos un nuevo
camino cuaresmal, un camino que se extiende por cuarenta días y nos conduce al
gozo de la Pascua del Señor, a la victoria de la vida sobre la muerte.
La Iglesia nos propone de nuevo, en primer
lugar, la vehemente llamada que el profeta Joel dirige al pueblo de Israel:
«Así dice el Señor: convertíos a mí de todo corazón con ayuno, con llanto, con
luto» (2,12). Hay que subrayar la expresión «de todo corazón», que significa
desde el centro de nuestros pensamientos y sentimientos, desde la raíz de
nuestras decisiones, elecciones y acciones, con un gesto de total y radical
libertad. ¿Pero, es posible este retorno a Dios? Sí, porque existe una fuerza
que no reside en nuestro corazón, sino que brota del mismo corazón de Dios. Es
la fuerza de su misericordia.
Benedicto
XVI
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