Un
día en la sacristía de la parroquia de los santos Cosme y Damián de la que era
párroco el canónigo Francisco Chiesa, ocurrió el encuentro entre el Padre
Santiago Alberione con Teresa Merlo (más adelante se llamará Tecla) y su mamá llamada
Vicenta. A la mamá le pide que lo ayude “por amor de Dios” en la obra del
apostolado de la buena prensa. Teresa tenía entonces 20 años y al darle ambas
el sí al P. Alberione, empieza para Teresa una aventura que se prolongará hasta
su muerte. Este es el inicio de lo que será la congregación religiosa de las
Hermanas Hijas de San Pablo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario