Llamó
al hambre sobre aquella tierra:
cortando
el sustento de pan;
por
delante había enviado a un hombre,
a
José, vendido como esclavo.
Le
trabaron los pies con grillos,
le
metieron el cuello en la argolla,
hasta
que se cumplió su predicción,
y
la palabra del Señor lo acreditó.
El
rey lo mandó desatar,
el
señor de pueblos le abrió la prisión,
lo
nombró administrador de su casa,
señor
de todas sus posesiones.
Salmo
104
No hay comentarios:
Publicar un comentario