Por Carlos Eduardo Soto, Novicio
paulino, Venezuela
En nuestra vida es importante tener un
encuentro con Jesús, ya que en Él están todos los bienes de la vida presente,
Él es la Verdad, el Camino y la Vida, sin Él el hombre no sería nada.
Dentro de nuestra vida dedicamos mucho
tiempo a cosas que a veces no tienen sentido, pero, muchas veces olvidamos de
las cosas que son realmente importante en nuestra vida. A veces no encontramos
tiempo para alimentar nuestra vida interior. Dejamos a Dios para después.
Olvidamos de agradecerle por tantas cosas que nos regala en cada mañana.
Olvidamos de agradecerle por la oportunidad de vivir más un día y con alegría. Todos
los días debemos dar gracias al Señor por el don de la existencia.
Nuestra vida pasa a tener sentido a
medida que abrimos nuestro corazón al verdadero encuentro personal con Jesús,
el cual acontece a través de la oración. Pero, ¿Qué es la oración? La oración
es un momento de acogida y un momento que tú y Jesús tendrán un dialogo, es un
momento de abrir el corazón y recibir todas las cosas bellas que nos diga Jesús
en ese momento.
Sin embargo, nos preguntamos ¿Cómo
vamos a sentir lo que Él nos dice si no lo vemos? Para eso debemos abrir
nuestro corazón y ponernos en actitud de entera libertad interior. Debemos ir
hasta Jesús con toda sencillez de nuestro ser. Solamente así lo escucharemos y
comprenderemos su voluntad.
A veces nos cuesta orar y pues a mucho
le ha pasado, pero lo importante para esos momentos es tener nuestra mente solo
en Jesús, realizar una pequeña oración de acogida y vivir el momento. También
es importante que ese encuentro no sea un momento obligado o de mala gana, debe
ser una entrega total, en donde tú te sientas totalmente libre para oír la voz
de Jesús a decirte: “Mucho vales a mis ojos, eres precioso y yo te amo” (Is 43,
4).
No hay comentarios:
Publicar un comentario