viernes, 22 de abril de 2016

Dale un sí a Dios


No hay nada más fecundo ante Dios que la palabra “sí” como respuesta a su voluntad, a su llamada.

Con un “sí” María se convierte en Madre de Dios. Dios se hace hombre.

«Ella, en efecto, como dice San Ireneo, “por su obediencia fue causa de la salvación propia y de la de todo el género humano”. Por eso, no pocos padres antiguos, en su predicación coincidieron con él en afirmar “el nudo de la desobediencia de Eva lo desató la obediencia de maría. Lo que ató la virgen Eva por su falta de fe, lo desató la Virgen María por su fe”. Comparándola con Eva, llaman a María “Madre de los vivientes” y afirman con mayor frecuencia: “la muerte vino por Eva, la vida por María”»


No hay comentarios:

Publicar un comentario