martes, 26 de julio de 2016

La oración como entrega y donación de Dios

Un corazón humilde es lo que Dios desea del hombre, para regalarle el don más preciado, que  es la comunicación por medio de la oración.



Para entrar en diálogo con Dios hay que disponernos interiormente con un corazón humilde, esto es reconocer nuestras propias limitaciones y debilidades, es abrir el corazón y permitir que fluya el arroyo del agua viva, el Espíritu Santo, la oración es la sed de Dios y al mismo tiempo es la sed del hombre, es allí donde bebemos del torrente de la gracia de la inmensa misericordia, en donde apaciguamos esa sed del alma, "Mi alma tiene sed de Dios, del Dios viviente"(Salmo 42, 3).



Cuando buscamos a Dios sinceramente, Él nos regala el don de la oración, allí donde todo ser humano llega al encuentro de Jesucristo. No importa que  lenguaje se utilice por lo general son gestos o palabras que salen del corazón de quien se siente amado y en buena compañía. La Sagrada Escritura a veces   habla que la oración proviene del alma o del espíritu, pero  más frecuentemente habla del  corazón.  


El corazón es la parte oculta del hombre en que sólo el Espíritu de Dios puede penetrar y conocer, es lo más secreto de cada hombre, desde ahí  hablamos con la verdad a Jesús o simplemente contamos  mentiras a Dios a quien no se puede engañar, por eso lo primero que hay que pedirle a Dios es que cambie nuestro corazón.

Oración eucarística en la Librería San Pablo, Diagonal 50, Medellín, Colombia. 
 
La oración cristiana es la Alianza entre Dios y el hombre en Jesucristo que es el Hijo de Dios, es poder estar en una continua comunicación con el Espíritu Santo, de esta manera encontrar las soluciones a nuestros posibles problemas, la paz y el gozo en nuestros corazones, también tener la certeza que el divino Espíritu está ahí en nuestra ayuda y siempre con la plena confianza que Él nos respalda. 


La oración es la entrega, es donarse como hijos de Dios con un Padre infinitamente bueno, con su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo, en unión con toda la Iglesia. La  oración es estar  en comunión de vida ya que esto es posible siempre porque, mediante el Bautismo nos hemos convertido en un mismo ser en Cristo Jesús.

¿Qué es la oración?



(Santa Teresa del Niño Jesús, Mnuscrit C, 25R: Manuscrists autohiographiques (Paris 1992) p. 389-390).


Fuente:
Catecismo de la Iglesia Católica, Cuarta parte, La oración cristiana.     

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