jueves, 5 de junio de 2014

48ª Jornada de las Comunicaciones

HACIA LA CULTURA DEL ENCUENTRO

Firmado el 24 de enero pasado, en la fiesta de San Francisco de Sales, patrono de los periodistas católicos, el mensaje del papa Francisco para la cuadragésima octava Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, lleva un título muy sugestivo, que se convierte en todo un desafío y programa de vida para los comunicadores sociales de inspiración cristiana: "Comunicación al servicio de una auténtica cultura del encuentro". El Santo Padre pone en evidencia el carácter ambiguo del avance tecnológico actual en el ámbito de las comunicaciones sociales. En efecto, los grandes progresos de los últimos tiempos en este campo, ofrecen infinidad de maravillosas posibilidades y oportunidades providenciales para acercar a las personas y facilitar el rápido intercambio de información, lo cual favorece las condiciones de una vida más digna. Sin embargo, se evidencian también los aspectos problemáticos que traen las nuevas formas y medios de comunicación; en especial con las redes sociales, muchas veces en lugar de acercar y crear puentes de encuentro terminan por distanciar y aislar a las personas. Frente a esta realidad, se impone la necesidad de reconocer que el problema no está en los medios mismos de comunicación, ni en la tecnología que acelera su progreso: el problema está en la actitud que la persona humana tiene cuando hace uso de dichos medios. Se debe humanizar el mundo de la comunicación, recuperando los valores que dignifican a la persona humana y la acercan cada vez más al ideal para el cual fue creada por Dios, no sólo individualmente, sino también y principalmente en comunidad. De hecho, el Papa iniciaba su mensaje poniendo de presente las crudas injusticias y desigualdades sociales que afectan cada vez más a los pobres, los marginados y excluidos, que siguen siendo víctimas de atropellos y desprecio en sus derechos. Los creyentes no podemos ser indiferentes. Menos aún los creyentes que tenemos en las comunicaciones sociales un campo de acción tan especial para promover los valores humanos y cristianos, fundamentalmente en torno a la que el Papa propugna como "auténtica cultura del encuentro". Esto constituye una urgente tarea para los comunicadores cristianos, sobre todo en las grandes ciudades, donde se hace más aguda la situación, por la mayor facilidad de acceso a los medios de comunicación. Inspirados en la actitud del Buen Samaritano (cf. Lc 10, 25-37), según la invitación del papa Francisco, debemos asumir el reto de poner la comunicación social al servicio de la promoción de esa auténtica cultura del encuentro, que nos comprometa con el prójimo. Ser agentes de esa "proximidad" de cuño evangélico es nuestra misión, sirviéndonos de la tecnología digital y los medios tradicionales de comunicación. También el episodio de los Discípulos de Emaús (cf. Lc 24, 13-35) puede dar pautas interesantes que guíen nuestro empeño cristiano por fomentar el encuentro y el compromiso de solidaridad con el prójimo, en la medida en que nos recuerda la iniciativa divina de venir a nuestro encuentro en su Hijo Jesús. Acojamos y respondamos a esa firme convicción expresada por el Santo Padre al concluir su mensaje: "...la revolución de los medios de comunicación y de la información constituye un desafío grande y apasionante que requiere energías renovadas y una imaginación nueva para transmitir a los demás la belleza de Dios".

Autor
P. Danilo Medina L., ssp. 



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