Por: Carlos
Soto, novicio paulino, Venezuela
Desde que
somos pequeños, nuestros padres nos han enseñado a estudiar y aprender muchas
cosas, y sobre todo a seguir adelante en nuestra vida. Cada uno de nosotros
tenemos sueños y metas, las cuales queremos lograr. Unos piensan llegar a ser
médicos, otros abogados, pilotos, cantantes y algunos sienten personalmente la
llamada de Jesús a seguirlo y entregarlo todo por los demás.
Dentro de
este caminar junto a Jesús logran llegar a sacerdotes, obispos y hasta Papa,
todo depende de nuestra voluntad y de la gracia de Dios. Y todo gracias a Jesús
por el llamado que nos hace y también de nuestra respuesta de un “Si”. La
aventura que Jesús tiene para nosotros es ir junto a Él, y formarnos sus nuevos
discípulos, para anunciar su Palabra a todas las naciones, darlo a conocer a
muchas personas que están sin sentido en la vida.
¡Joven!,
Jesús no llama a su servicio porque se lo merece, porque tiene virtudes, porque
es rico o porque es más santo que los demás, sino nos llama por pura gracia y
misericordia, gracias a estas es que podemos llegar a ser sus colaboradores.
Esto lo podríamos llamar “actos misericordiosos” y pues encajamos bien
ya que este año el Papa Francisco quiso consagrarlo a la Misericordia y a
través de esto nos podemos preguntar cada uno de nosotros ¿Qué es Misericordia?
Y así poder contestar fácilmente con las mismas palabras del Papa Francisco: “Misericordia
es la ley fundamental que habita en el corazón de cada persona cuando mira con
ojos sinceros al hermano que encuentra en el camino de la vida” (Misericordia
Vultus, 2).
La verdadera
misericordia acontece a través del encuentro profundo con nuestro semejante,
especialmente con aquel que sufre, con aquel que necesita ser acogido y amado. Sin
embargo, solamente aquel que tiene una experiencia personal con el amor de
Jesús es capaz de actuar con misericordia y compasión ante la necesidad del
otro. De verdad joven, realizar todo esto junto a Jesús es una verdadera e
inolvidable aventura. Una aventura que trae sentido y alegría a nuestra vida.
También nos
podemos preguntar ¿Qué es una aventura? Y contestar sencillamente, es tener una
nueva experiencia de amor en nuestra vida, un amor que no pasa porque es eterno.
Es conocer cosas nuevas, compartir con personas que jamás habías compartido y
visto, es tener un viaje a un lugar que tú nunca habías estado, una verdadera
aventura con Jesús es un nuevo viaje, del cual no te arrepentirás de haberlo
vivido, te lo aseguro. Esta es la promesa de Jesús: “Y todo el que haya dejado
casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o hijos o tierras por mi
nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna” (Mt 19, 29).
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ResponderEliminarQue buena reflexión, hermano! Te felicito por tu sensibilidad literária.
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