He aquí que prosperará mi Siervo, será
enaltecido, levantado y ensalzado sobremanera. Así como se asombraron de él
muchos - pues tan desfigurado tenía el aspecto que no parecía hombre, ni su
apariencia era humana - otro tanto se admirarán muchas naciones; ante él
cerrarán los reyes la boca, pues lo que nunca se les contó verán, y lo que
nunca oyeron reconocerán.
Isaías 52, 13-15
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