¿Hay alguno entre vosotros sabio y
entendido? Que lo demuestre con una buena conducta y con la amabilidad propia
de la sabiduría. Pero, si tenéis el corazón amargado por la envidia y las
rivalidades, no andéis gloriándoos, porque sería pura falsedad. Esa sabiduría
no viene del cielo, sino que es terrena, animal, diabólica. Donde hay envidias
y rivalidades, hay desorden y toda clase de males. La sabiduría que viene de
arriba ante todo es pura y, además, es amante de la paz, comprensiva, dócil,
llena de misericordia y buenas obras, constante, sincera. Los que procuran la
paz están sembrando la paz, y su fruto es la justicia.
Santiago 3,13-18
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