… “Solamente busca al que lo
ha escuchado”… La vocación es una llamada a la que respondemos, no es algo
inventado, sino un tesoro que encuentras cuando menos lo imaginas. Una vez
escuchado, hay un verdadero camino para recorrer, sin olvidar que ese camino no
es fácil pero tampoco difícil y ya
siguiendo emprendes una búsqueda que te llevará a dejarlo todo, en medio
de la contradicción, tienes que tomar la decisión, tienes que elegir.
Como vemos en el Evangelio
de Mateo 16, 24 “Entonces dijo Jesús a sus discípulos: “Si alguno quiere
venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame”. Es amar
tus sacrificios, es preguntarse ¿Señor que quieres que haga? (Cf. Hechos
22,10). Este camino debe ir de la mano de la oración, es renunciar a todo pero
es ganarlo todo. “Ven y sígueme; y cuando lo hagas, no tengas miedo”
esta frase marca caminos ya que nos muestra que al seguir a Jesús no hay que
seguirlo con miedo, sino seguro porque junto a Él no nos faltará nada y más
bien tendremos muchas cosas buenas, ya que Jesús quiere lo mejor para nosotros.
“Creó un grupo de Doce, para que estuvieran con él y
para enviarlos a predicar” Marcos 3,14, “Llevaron a tierra las barcas y,
dejándolo todo, le siguieron”. Lucas 5, 11. La vocación es un seguimiento,
una entrega total y principalmente dejarlo todo para seguirlo, y no
preocuparnos por tener cosas para el camino, porque junto a Él lo tendremos
todo. Al recibir todo esto empieza un momento para comenzar, para seguir un
ideal; el llamado exige una respuesta, un compromiso.
Ahora inicia una nueva
experiencia, donde compartir la vida, significa crecer en la entrega por amor,
mostrando siempre el amor de Cristo a los demás, aunque el camino no sea fácil,
siempre habrá alguien que te ayudará a seguir porque quien encuentra un amigo,
encuentra un tesoro (Cf. Eclesiástico 6, 14-17). Lo que un día comenzó como un
sueño, hoy se hará vida. Dejar de ser yo para ser el mismo Cristo y convertirse
en sacerdote.
La vocación es la historia
de muchos jóvenes decididos a entregar su vida por los demás, ahora nos podemos
preguntar ¿seremos capaz de eso? Yo creo que sí, de eso y más, hay que agarrar
las manos de Jesús y seguir adelante. El mundo necesita sacerdotes, Cristo
sigue llamando, tú puedes ser el protagonista de una nueva historia, atrévete a
responderle, la vocación no termina aquí, es solo el comienzo.
Nos decía el papa san Juan
Pablo II: “Si sientes la llamada de Dios que te dice VEN Y SIGUEME, no la
calles”. Adelante!!!!
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