viernes, 14 de octubre de 2016

EL VOTO DE OBEDIENCIA

El fundamento bíblico de la obediencia se encuentra en el mandamiento del amor que es el centro mismo del mensaje Bíblico, la obediencia es el voto más bíblico y vemos en las Sagradas Escrituras numerosos ejemplos de obediencia.

Para hablar de obediencia el hebreo bíblico utiliza el verbo (sama) es decir escuchar, y en el griego se utiliza (hypakouo) que tiene en su composición al verbo (akouo) que significa escuchar, oir. Por tanto, obedecer es un oir especial, con profundidad, con adhesión, un escuchar al Espíritu, un abrir los oídos.

El voto de obediencia hay que entenderlo al modo de Jesús obediente al Padre por amor, para el religioso el modelo es Jesús obediente hasta la muerte como lo muestra el texto de Filipenses 2,8: “Haciéndose obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz”.

Este voto se entiende como una fidelidad a quien se ama, uniendo las voluntades para realizar un proyecto, en el caso del religioso se trata de una fe y fidelidad a Jesucristo.

En obediencia amorosa a Dios el religioso se somete a una autoridad, pero la autoridad en la vida religiosa es un servicio a Dios y del mundo, ya que el religioso es elegido para los demás.

Podemos decir también que la obediencia religiosa es obediencia a un carisma, desde esta perspectiva es una obediencia al Espíritu Santo quien suscita en la Iglesia modos específicos de ejercer la misión encomendada por Jesús a sus apóstoles.



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