La Visita Eucarística es parte fundamental de la oración de
un paulino, esta se realiza diariamente y tiene como eje principal la Palabra
de Dios, con la cual nos confrontamos, reflexionamos y a través del contacto
diario con esta es que nos hace eficaces transmisores de la palabra de Dios.
La Palabra de Dios para el paulino no solo es un alimento
espiritual, esta nos ayuda a nutrir la mente, fortalecer la voluntad e inflamar
el corazón. Si no consideráramos esto de esta manera, nada nos diferenciaría con
otras editoriales que también imprimen el evangelio.
Por lo anterior, nuestro fundador, el Beato Santiago
Alberione diseñó el Método “Verdad, Camino y Vida”, que tiene lugar en la
visita eucarística y meditación diarias.
En el primer momento (Jesús Verdad), esta destinado a la
lectura de la Palabra, se debe lograr la comprensión espiritual de la misma, se
lee –y relee – el pasaje bíblico sugerido (especialmente del Nuevo Testamento),
para lograr entender lo que Dios nos quiere decir a través de este.
Para el segundo momento (Jesús Camino), esa palabra leída y
entendida es el insumo para realizar nuestro examen de conciencia, debemos confrontar
nuestra realidad, nuestros comportamientos, nuestras debilidades… todo para
entregar nuestra vida a Jesús, para que Él obre en nosotros y nos ilumine y nos
muestre el camino a seguir para la mejora personal en bien de los demás.
Se finaliza con una oración (Jesús Vida), preferiblemente
espontanea, en la que le demos gracias por todo lo que nos ha dado, pedimos su intervención
en nuestra vida, según lo confrontado en el segundo momento y ofrecemos un propósito
para cambiar nuestra vida para sintonizarnos más con el Divino Maestro.
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